(Versión en Español más abajo⇟)
You come home, after a long day of work. Your body and your mind are exhausted. You have been doing more than working, in your head, you have been reviewing again and again what you have to do when you get home:
I have to go to the grocery shop today or I will have to eat that soup that has expired two years ago. S***, my car had to break just this month. Let's see how much the repair would cost! My house is a mess, I hope no one comes by surprise, what will they think of me?
If this is your case, you have what is called a Monkey Mind. No offense, all human beings have it. Your mind works like a monkey jumping from liana to liana, suddenly stopping to get fleas off the neighbor monkey. Suddenly he finds a delicious mango, which begins to devour, and after a while, he leaves the mango because he hears a strange sound in the jungle and runs to find what it is. That is your mind, incessant and insatiable, from thought to thought in a continuous flow. It absorbs like a sponge the information of the external world and creates the foundations of your beliefs, which also influences the way in which we receive such information.
Imagine that since you were a child, you have spent all your summers on the beach, playing with the waves and rolling in the sand. Now that you are older, surely you love the beach, and the sea is a source of joy and well-being for you. Imagine now that you have been raised in an inland city, and the few times you have gone to the beach has been under the watchful eye of your parents while they warn you how dangerous the sea is, and forbid you to sink yourself beyond the knees. When you are older, you may have enough worry about the dangers of the sea and it is a source of nervousness and fear for you. Can you see? Facing the same situation (the sea), two radically different responses based on experiences (peace - fear).
DO YOU KNOW YOUR MIND?
This would be the behavior of the mind. Easy, right? But do you think you know your mind? Sure, you will say. You spend the day immersed up there. Do you remember that time you were so absorbed in your thoughts that you threw the yogurt spoon in the trash? Or the time you put your clothes in the fridge instead of the laundry bucket? You spend a lot of time in your mind but it doesn't mean that you know it well, that you know what makes you react and why.
Remember that our past experiences influence our vision of reality. Remember that even the most beautiful flower can be hated by a person to whom that flower brings back bad memories of his ex. All right. So, how can you tell if your thoughts are distorted by your experiences? You have to become the observer of the Monkey Mind.
BECOME THE OBSERVER
I offer you an easy exercise that you can do right now. Close your eyes. Visualize yourself sitting in a cinema seat eating popcorn. The movie that is projected is Your Thoughts. If the cinema is not your thing, imagine that your thoughts are clouds and you see them fly in the sky from your balcony. You don't focus on any of them in particular; you only see them vanish on the horizon. Believe me, if you aren't used to getting the role of observer, it's easy for you to be absorbed by any of your thoughts and lose your concentration. It's okay. Just be aware that you have "disconnected", and return to your cinema seat, or look at the sky from your balcony again.
STREAM OF CONSCIOUSNESS
There is a super simple method that allows you not only to observe the fluctuations of your mind but also allows you to "capture" them so that you can review and analyze them from "outside". It is the writing technique known as Stream of Consciousness; and Joy has a tool designed mainly for it: Journal. We could say that this "meditation" is like a transcription of your internal dialogue.
How to do Stream of Consciousness writing:
It's better if you practice it in the morning, as soon as you wake up you will have a clearer mind. Open the Joy app, touch the Journal tool, inhale deeply and exhale, and start writing the first thing that crosses your mind. You can start with: Today I feel ... and let the words flow. It doesn't have to make sense, it doesn't have to look pretty, it doesn't have to have any particular meaning. In fact, if you don't know what to write, you can write: "Blah blah blah ... I don't know what to write". No one except you is going to read it. This exercise is exclusively for you. If at any time you feel mental blank, ask yourself "why?", and write the answer. Write until your intuition tells you to stop. Once you have finished, read what you have written. Maybe it's pointless nonsense, or perhaps you find some surprise since this type of exercise makes your subconscious flourish and can reveal unexpected information. Don't judge what you have written.
Surely this technique will clear your mind and make you feel relaxed. It would be like if your brain were a full memory card that you transfer to your computer. The first time you may feel a little stupid and uncomfortable, but surely you will love it over time, because it is the equivalent of having a direct conversation with your soul, listening to your inner voice.
Watch and become your Monkey Mind mate, and your reality will take a drastic turn. You will destroy the walls of prejudice and fear, and over time, your mind will enter into a constant state of calm and joy called Freedom.
Llegas a casa, después de una larga jornada de trabajo. Estás muy cansado, físicamente, pero sobretodo mentalmente. No sólo has estado trabajando, en tu cabeza has estado repasando una y otra vez lo que tienes que hacer cuando llegues a casa:
De hoy no pasa: tengo que hacer la compra urgentemente o si no voy a tener que cenar esa sopa que lleva 2 años caducada en la despensa”. “M***, se me tenía que estropear el coche justo ahora. A saber cuanto me cuesta la reparación!”. "He dejado la casa hecha un desastre. Espero que no se presente nadie por sorpresa. ¿Qué pensarán de mi?
Si este es tu caso, tienes lo que se llama una Mente de Mono. No te ofendas, todos los seres humanos la tienen. Tu mente funciona como un mono saltando de rama en rama, de repente parando para quitarle las pulgas al mono vecino. De pronto se encuentra con un delicioso mango, que empieza a devorar, y al rato deja a medias por que escucha un sonido extraño y corre a curiosear. Esa es tu mente, incesante e insaciable, de pensamiento en pensamiento en un flujo continuo. Absorbe como una esponja los estímulos del mundo exterior y crea los cimientos de tus creencias, que a su vez influyen en la manera en la que recibimos dichos estímulos.
Imagina que desde que eras un niño has pasado todos tus veranos en la playa, jugando con las olas y rebozándote en arena. Ahora que eres mayor, lo más seguro es que te encante la playa y el mar sea para ti una fuente de alegría y bienestar. En cambio imagina que te has criado en una ciudad sin costa, y las pocas veces que has ido a la playa ha sido bajo la atenta mirada de tus padres mientras te advierten de lo peligrosísimo que es el mar, y te prohiben sumergirte más allá de las rodillas. Cuando eres mayor, es posible que tengas bastante respeto al mar y sea para ti una fuente de nerviosismo y temor. ¿Lo ves? Frente al mismo estímulo (el mar), dos respuestas radicalmente diferentes basadas en las experiencias (paz - temor).
¿CONOCES TU MENTE?
Este sería, a gran escala, el funcionamiento de la mente. Fácil, ¿verdad? Pero, ¿crees que conoces tu propia mente? ¡Claro! Dirás. Te pasas el día ensimismado ahí arriba. ¿Recuerdas aquella vez que ibas tan absorto en tus pensamientos que tiraste la cuchara del yogur a la basura? ¿O aquella vez que metiste tu ropa en la nevera en vez del cubo de la ropa sucia? Que pases mucho tiempo en tu mente no significa que la conozcas bien, que sepas qué te hace reaccionar y por qué.
Recuerda que nuestras experiencias pasadas influyen en nuestra visión de la realidad. Recuerda que hasta la flor más bella puede ser repudiada por una persona a la cuál esa flor le trae malos recuerdos de su ex pareja. Bien. Entonces, ¿cómo puedes saber si tus pensamientos se ven distorsionados por tus experiencias? Tienes que convertirte en el observador de la Mente de Mono.
SÉ EL OBSERVADOR
Te propongo un ejercicio muy sencillo que puedes hacer ahora mismo. Cierra los ojos. Visualízate sentado en una butaca del cine comiendo palomitas. La película que se proyecta son tus pensamientos. Si el cine no es tu fuerte, imagina que tus pensamientos son nubes y tu las ves pasar desde tu balcón. No te concentras en ninguna de ellas en particular, sólo las ves desvanecerse en el horizonte. Créeme, si no estas acostumbrado a tomar el rol de observador, es fácil que te veas absorbido por cualquiera de tus pensamientos y pierdas la concentración. Está bien. Sólo sé consciente de que has “desconectado”, y vuelve a sentarte en tu butaca, o vuelve a mirar el cielo desde tu balcón.
FLUIR DE LA CONCIENCIA
Existe una técnica super sencilla que te permite, no sólo observar las fluctuaciones de tu mente, si no que además te permite “capturarlas” para que las puedas revisar y analizar desde “fuera”. Es la técnica de escritura conocida como Fluir de la conciencia o Escritura Automática; y Joy tiene una herramienta pensada especialmente para ello: Cuaderno. Podríamos decir que este tipo de "meditación" es algo así como una transcripción de tu diálogo interno.
¿Cómo funciona?
Es mejor si lo practicas por la mañana, nada más despertarte tendrás la mente más despejada. Abre la app Joy, toca la herramienta de Cuaderno, inhala y exhala profundamente, y empieza a escribir lo primero que te pase por la cabeza. Puedes empezar por: Hoy me siento… y deja que las palabras fluyan. No tiene porque tener sentido, no tiene que quedar bonito, no tiene que tener ningún significado especial. De hecho, si no sabes que escribir, puedes escribir: "Bla bla bla…no sé que escribir". Nadie excepto tú va a leerlo. Este ejercicio es única y exclusivamente para ti. Si en algún momento te bloqueas, pregúntate el porqué de lo que has escrito, y escribe la respuesta. Escribe hasta que tu intuición te diga que debes parar. Una vez hayas acabado, relee lo que has escrito. Quizá sean tonterías sin sentido, o quizás te encuentres alguna sorpresa, ya que este tipo de ejercicio hace florecer tu subconsciente y te puede desvelar información que desconocías. No juzgues lo que has escrito, son sólo pensamientos.
De seguro que esta técnica te despejará la mente y te sentirás más relajado. Es cómo si tu cerebro fuera una tarjeta de memoria llena que descargas en el ordenador para después formatearla. Las primeras veces puede que te sientas un poco estúpido e incómodo, pero seguro que con el tiempo lo vas a amar, por que es la equivalencia a tener una conversación directa con tu alma, escuchar tu voz interior.
Observa y hazte amigo de tu Mente de Mono y tu realidad dará un giro drástico. Derrumbarás los muros de prejuicios y miedo, y con el tiempo, tu mente entrará en un estado constante de calma y alegría llamado Libertad.
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